viernes, 28 de mayo de 2010

Las drogas lo condujeron a la indigencia

La calle, el refugio de quien lo perdió todo

“Chucky” un habitante de la calle habla sobre la manera como lo ha tratado la vida

Por Luisa Fernanda Pulgarín
Después de caminar por las calles, de recoger cartón y de aguantar el frio de la madrugada, Henry Gómez Pascua, un habitante de la calle que transita por la carrera 12 del centro de la ciudad, prepara sus cartones para darse una siesta en uno de los andenes de la 12.
Era 6 de agosto de 1998, cuando Henry Gómez llegó a Bogotá. Hace doce años, aquella mañana del jueves parecía tranquila. Bogotá parecía una ciudad complicada. El frio abrasante de los últimos días había cedido un poco, pero el cielo alto, de un azul y un blanco opaco, pronunciaban lluvia.
Henry Gómez es de Neiva, llego a Bogotá en busca de olvidar un pasado y una familia, desde muy pequeño mostraba el rechazo por el estudio, las malas amistades lo incitaron a cometer malos actos; una capada de clase, si no se fuma un cigarrillo usted no es hombre, estas cosas lo llevaron a volverse rebelde y inculto, pero peor aun a consumir droga.
Los días para su familia eran negros pues ya no aguantaba más la insolencia y la rebeldía de Henry, todo eran peleas, gritos, golpes y lloradas. Para Margarita Pascuas, madre de Henry las cosas no eran fáciles desde que su esposo la abandonó aquel 15 de abril de 1990; la dejó sola con sus tres hijos, le toco trabajar día y noche para sacar a delante a su familia, pero tanto trabajo hizo que se olvidara de brindarles amor y cuidados.
Del colegio de Henry la citaba cada rato por el mal comportamiento de él, pero ella se hizo la sorda ante estos llamados, ya que su trabajo no se lo permitía. Las joyas, los cuadros y otros objetos más empezaron a desaparecer por arte de magia, en el trascurrir de los días Margarita se dio cuenta que quien se estaba llevando las cosas era Henry, pero el golpe más duro fue darse cuenta que era para venderlas y poder consumir droga.
Una mañana de agosto Henry cogió sus maletas y abandono su hogar, pues el ya estaba en otro mundo, un mundo que no le permitía pensar, que se lo estaba consumiendo. Él viajo sin rumbo fijo, llegó a Bogotá, donde sus mayor parte la ha pasado en la 12, por estas calles del centro es más conocido como Chucky por el parecido que tiene con el muñeco diabólico. Según trabajadores de la 12 que distinguen a la madre de Henry dice que su madre solo quería el bien para él. Según Berta Palacios dice que la mamá de Chucky lo ha venido a buscar, pero él no quiere verla y dice que guarda mucho renco hacia ella ¿Por qué?, no lo dice.
En una tarde calorosa del 10 de febrero de 2010 Chucky estaba en la panadería de la calle 18 con 12, pues a cada persona que entraba le pedía un negro “un pastel” al parecer es su favorito. Carmenza Martínez una tintera de la doce cuenta que cada que le ofrece tinto a Chucky el dice que no porque se le ponen los dientes negros y le hace daño, ella explica que él es muy exigente y solo le gusta que le den plata.
Chucky se ha ganado el cariño de muchas personas por la doce, pues le gusta colaborar llevando bolsa, con su risa y sus ocurrencias los hace reír, cada hallowen los trabajadores de los almacenes le pinta el pelo o le ponen pelucas, el siempre está sorprendiendo con algo; pero también han visto ese Chucky llevado, tirado en un ande todo golpeado, goteando sangre y sin ganas de quererse parar.
Que empiece la función…

Por Luisa Pulgarín

No nos hagamos los locos, yo sé que muchos se han preguntado cuál es el candidato menos malo para las elecciones presidenciales y saben por qué pasa esto, porque “nuestros candidatos” parecieran que no estuvieran participando por una Presidencia sino más bien haciendo casting para un circo.
Si bien recordamos a nuestro queridísimo Juan Manuel Santos, que se aprovecha de los pocos recursos de inteligencia de los campesinos, ¡claro!, como ellos no tienen educación, con la dichosa ayuda de familias en acción se los ganó. La única mujer en la disputa es Noemí Sanín que dice ser fiel al Gobierno del presidente Álvaro Uribe. Es que ella y Juan Manuel Santos piensan que los colombianos viven orgullosos de él.
Los colombianos somos masoquistas y poco inteligentes, pues con unos cuantos regalos nos olvidamos del pasado. Decir Santos Presidente es una grosería, ¡ah pero verdad!, como no existieron Falsos Positivos y un Ministro de Hacienda desfalcado. No todo es malo tenemos un Mockus que luchará por la educación; que dejó la Alcaldía botada, que se bajó los pantalones, pero que al menos no demuestra el hambre por el dinero.
¿Y ahora qué piensa? ¿Es un circo o no?, donde la función estelar será el próximo 30 de mayo. Santos será elegido para mago, nada de plata por aquí y nada de plata por allá; Mockus el payasito que hará reír a Colombia, Noemí la trapecista, si no está arriba en la U, está abajo en el Conservador.

viernes, 16 de abril de 2010

Con orgullo y admiración se trabaja

El caballo y la carreta son el sustento de una lucha por sobre vivir

A pesar de las humillaciones y atropellos, el Churrito del barrio se acostumbró a andar por las calles bogotanas

Por: Luisa Pulgarín
Una mirada tranquila, un rostro con ganas de salir adelante es lo que identifica al “churrito del barrio” Guillermo Buitrago, esta alrededor de los 28 años de edad, con cejas pobladas, tez blanca y mediana estatura. Este hombre habita un lugar, donde se encuentra tan solo un aparte de la realidad de nuestro país: “Colombia”. Colombianita para colmo, es el nombre del barrio, un lugar poco visitado y con pocos recursos económicos, o por lo menos no tan normales por lo establecido.

Los carreteros, no tienen identificación como clase trabajadora y social, son atropellados continuamente con humillaciones, y a su vez vivir durante largas jornadas de trabajo con las inclemencias del tiempo. La ubicación del barrio que habitan se encuentra en la carrera 30 con calle 19, en pleno corazón de la zona industrial, con la compañía del ruido y el humo, ejemplos de contaminación que no solo los afectan a ellos, sino a todos los citadinos.

Guillermo Buitrago, no le da pena donde vive, pues a pesar de que su casa no tiene las comodidades de un penhause en el Parque de la 93, tampoco se queja de las comodidades que tiene su hogar como: agua, luz y un techo que lo favorece en los días de lluvia con la compañía de su familia, su esposa y sus cinco hijos sin dejar de mencionar a “Faraón” o “Putin” su caballo, su más fiel amigo que no lo dejaría votado ni por unas zanahorias.

Buitrago, es un líder dentro de la comunidad de “la colombianita”, el tiene la labor de “llevar el bastón” a la hora de dirigir la junta de acción comunal, en donde se habla de lo que se puede hacer por el barrio, pues a pesar de que esta lleno de: tablas, cuerdas, trapos, en sí objetos que para un consumista no tiene el mismo valor, como de quienes viven del reciclaje, a propósito de estar en pleno calentamiento global.

El reciclaje se vuelve cotidianidad, para los niños, mujeres, hombres, que ejercen o dependen de este oficio, es por eso que una de las hijas de Guillermo puede bailar con el ritmo del reggaeton, por medio de su equipo de sonido, o talvez ver todas las mañanas sus muñequitos favoritos, o ver el noticiero como habito familiar, en donde hablan continuamente de lo mal que esta el trafico en Bogotá, y del “mal” que le hacen a la sociedad lo zorreros como vulgarmente lo dice la gente, por ignorante.

Es por eso que esta comunidad, no es bien vista dentro de los demás estratos sociales, porque a pesar de pagar sus servicios públicos tras un convenio con la empresas públicas, los catalogan de estrato cero, ¿es qué acaso no se ven en un espejo, en ocasiones ellos tienen más dinero en un diario que uno mismo? Trabajan independientemente, a una sociedad acostumbrada a lo privatizado, a lo estandarizado.

Pero esta problemática se ve, se palpa, se huele (cuando pasa un caballo haciendo lo inevitable) y no se hace nada al respecto ni para ayudar, ni para parar; es que esto no solo esta en manos del alcalde o tal ves del ministro de transporte o los que les competen, esto “problemas” por que no lo son. Mientras los hijos del presidente les quitan el poco empleo que tienen por querer privatizar todo. No creo que esa sea la forma de ayudar y contrarrestar el desempleo.

Pero esto, no son dificultades para una familia hecha de hierro, que a pesar del frío de las madrugadas, por la neblina, son capaz de mantener a sus familias, están ahí, luchándola, guerreándola; con su carreta, y lo poco o mucho que saben de lo que es el reciclaje y del cuidado de su caballo, más que su materia prima, es su empresa.

Eso es lo que no ve la gente común y corriente, que hay formas de ganarse la vida de forma correcta, sin robarle ni pedirle a nadie, nada a cambio, pero que el vestido hace la persona, o por lo menos muchos piensan así, pienso que si no hubiera tanta indiferencia y corrupción no pasaría lo que le pasan alas familias de la colombianita, y es particular de la familia e Guillermo, un hombre que ha sabido jugársela en la adversidad de lo que es vivir en Bogotá, sin rumbo, sin un camino.

Las costumbres y el que dirán ha matado, ojala no se acabe esta subcultura que da ejemplo del trabajo duro, pero honrado en una Colombia llena de Colombianitas no solo detrás de Carrefour de la 30, si no en todo el país.
La maldad y el qué dirán la mataron

Un romance real y eterno

No todo lo que se hace por los hijos está bien

Por Luisa Pulgarín
La alegría, la prisa y las expectativas invaden a Laura, es un día en el que se siente mujer y aun es niña, en donde sus muñecas quedan en el cajón de los recuerdos y sus rostro se alista para empezar a dar cambios, sus pestañas más largas, sus labios rojizos y sus parparos con un tono rosado pastel al igual que su vestido.
Hoy para Laura empiezan las aventuras de la vida, cumple 15 años fecha especial para ella y sus padres, pues hace 15 años los había alegrado al nacer y ellos no podían pasar por alto tan importante fecha y más aun si se trataba de la hija menor del doctor más importante de Campoalegre, Diego Suarez. Claveles rosados, velas y aderezos únicos, adornaban la fiesta, había mucha gente de clase social alta; su padre quiso que un grupo de música criolla acudiera a la fiesta y cantara para su hija. Daniel un jovencito de aquel grupo empezó a improvisar con un verso “que lindo rostro que tiene usted señorita esa mirada deslumbra sorprende, incita a besar su boca linda quinceañera”. El rostro de la joven se enrojeció, una risa picaresca salió, pues para ella era inevitable aceptar que aquel verso le había llegado al corazón.El tiempo paso, para Laura y Daniel fue imposible no darle rienda suelta a lo que había florecido entre ellos aquel día, fue una relación que se tuvo oculta hasta que el cuerpo de Laura empezó a cambiar, ya no porque se estaba convirtiendo de niña a mujer, si no porque en su vientre empezaba a crecer el fruto de ese amor, un amor que ambos se habían jurado, un romance real y puro.El vientre de Laura empezó a crecer y ya era imposible ocultarlo, pues Diego su padre noto que algo estaba pasando, a ella ya no le quedaba de otra que confesar su embarazo y que aquel hombre que un día canto para ella, era su gran amor y el padre de su hijo. Diego es un hombre de la alta sociedad que vive del qué dirán, no le iba a permitir a su hija que tuvieran un hijo si haberse casado y mucho menos con un muchacho inferior a ella. Laura fue obligada por su padre a practicarse un aborto, que no solo le costó la vida a su hijo si no también la de ella. La maldad y el que dirán acabaron con ese romance, con esa ilusión, pero no con la promesa de un amor eterno.Daniel fue culpado de haber obligado a Laura a realizarse el aborto, pues el dinero de ese hombre malvado lo condeno, ahora el está en la cárcel sin Laura, sin su hijo y sin su libertad. “Basado en la canción romance de quinceañera de Luis Silva”